El temporal de viento de Levante, de la última semana, ha causado varios desperfectos en el litoral sanroqueño, dejando tuberías al descubierto, caída de postes eléctricos, pérdida de accesos a las playas, muros derrumbados y una laguna que ocupa gran parte de la playa de Cala Sardina. Daños provocados por el intenso oleaje, que el Ayuntamiento reclama que sean reparados por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras y la Demarcación de Costas.
El concejal de Medio Ambiente, Juan Serván, y el teniente de alcalde de Obras y Servicios, José Antonio Rojas, han visitado dos de los puntos más afectados por el temporal (el litoral de Puente Mayorga y Cala Sardina) , pudiendo constatar la gravedad de los daños.
En la playa de Cala Sardina, en la zona donde acampan los bañistas se ha formado una laguna entre la playa y la orilla. Se trata de una playa que es bandera azul y que se encuentra en un estado no deseado por el Ayuntamiento.
A principios de febrero, el Ayuntamiento denunció, que en las cercanías del pantalán de Refinería se había desplomado el fortín catalogado como 175A, y se alertó de un inminente derrumbe de un tramo del talud existente en la carretera costera entre las barriadas de Guadarranque y Puente Mayorga. En el informe realizado entonces por Urbanismo se indicó que la protección de hormigón del talud presentaba grietas y pérdida de la capa de protección, y que la carretera presentaba un leve hundimiento del firme, con desplazamiento hacia el talud. Lo que fue el fortín 175A se encuentra sobre la playa, interrumpiendo el paso de la misma, así como el hito de limitación de la Zona Marítimo Terrestre.
Hay que recordar que en junio del pasado año, el Ayuntamiento de San Roque ya alertó públicamente de la posible destrucción del búnker en la playa de Guadarranque, debido a la erosión del mar por la bajada de la cota de playa en torno a los dos metros. El búnker, declarado como Bien de Interés Cultural, presentaba entonces grietas y defectos.
El Ayuntamiento de San Roque llevaba más de un año alertado de los problemas que ocasiona la pérdida de arena en la zona, e incluso en febrero del 2016 se firmó un convenio con la APBA para dragar el rio Guadarranque, y con la arena resultante, regenerar la playa, convenio que aún no se ha ejecutado.