Los participantes del curso sobre basuras marinas que imparte la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Asociación Ambiente Europeo han podido conocer los sistemas de protección medioambiental con que cuenta el Puerto de Cartagena.
Los objetivos del curso están centrados en comprender la dimensión social, económica y ambiental de los residuos marinos en España y en el mundo; presentar y estudiar ejemplos y acciones concretas de empresas, iniciativas y proyectos comprometidos con el cambio; así como exponer posibilidades de acción para contribuir a la solución del problema.
El capitán marítimo de Cartagena, Óscar Villar Serrano, ha explicado el programa ‘Clean Port’ previsto ante cualquier tipo de emergencia en el mar, que incluye la coordinación de Capitanía Marítima, Guardia Civil, consorcio de bomberos, Cruz Roja, protección civil y Ayuntamiento de Cartagena.
Previamente, los participantes en el curso han recorrido las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Cartagena, incluyendo la dársena de Escombreras.
Que la basura marina es una preocupación muy presente lo ha demostrado Marta Martínez–Gil Pardo de Vera, responsable de esta temática en el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
La Autoridad Portuaria, consciente de la importancia del problema, lleva más de una década realizando tareas de limpieza diariamente con la embarcación Elcomare de tipo «pelícano», con pinzas en la parte delantera que se abren para facilitar la recogida de residuos. Pero además considera necesario incidir en la educación y concienciación social del problema de la basura, y en particular, de los plásticos en el mar. El aumento de la basura marina puede tener implicaciones de alcance tanto para la salud humana como para los ecosistemas marinos. Entre los problemas que provoca, se incluyen el enredamiento de peces y otros animales marinos, la ingestión de plásticos por parte de éstos o el transporte de especies invasoras entre ecosistemas, con consecuencias dañinas paras las capturas de pesca.
El 66% de los objetos encontrados en las playas son plásticos, por eso, ‘no es suficiente solo hacer lo mínimo y cumplir las leyes, sino que hay que educar la gente y mostrar qué se puede hacer en nivel local’, según han transmitido en el curso.