Día histórico para la estiba algecireña, que se ha convertido en centro de atención del sector a nivel mundial, además de referencia a seguir en la lucha obrera de nuestro país.
Lo que habitualmente se utiliza de explanada para aparcar los vehículos y pasar por el restaurante para reponer fuerzas en una jornada de trabajo normal, se ha convertido este mediodía en un hervidero de familias enteras, con esposas, padres, abuelos, hijos, recién nacidos… bajo el grito unánime de «¡ni un paso atrás!» , lema utilizado como consigna que se mantiene en la lucha abierta por la reforma que pretende imponer el Gobierno, de manera no consensuada, tras la sentencia europea de 2014.
Tras la reunión previa que representantes de sindicatos de todo el mundo llegados hasta la ciudad mantuvieron unas horas antes en el hotel Reina Cristina – lugar de toma de decisiones importantes en la historia de Algeciras – la comitiva se ha desplazado hasta el lugar elegido por los trabajadores para llevar a cabo la concentración, tras el llamamiento cursado en las horas previas. Y la familia de la estiba no falló, congregándose buena parte de las 1.800 que viven de esta actividad en la zona.
Tampoco faltaron los apoyos llegados desde los cinco contienentes, gracias al respaldo incondicional del IDC (International Dockers Council) y desde más cerca, con compañeros de Málaga, Cádiz, Sevilla, Las Palmas, Tenerife, Valencia o Castellón, lo que volvió a poner de manifiesto que una de las principales bazas de este colectivo es la unión, que se antoja crucial para alcanzar su objetivo. Mientras, en todos los rincones del planeta, y a buen seguro que en la sede del Ministerio de Fomento, llegaría el grito unánime lanzado desde Algeciras de ¡ni un paso atrás!.