Desde principios de 2015, los dirigentes y socios del Real Club de Golf de Sotogrande están inmersos en las labores de renaturalización del campo, un proyecto por el que la entidad pretende recuperar el paisaje inicial que había antes de la construcción de sus instalaciones, por lo que se está potenciando y protegiendo el alcornocal.
En este sentido, desde el club se han retirado las especies que están afectando negativamente a los alcornoques, y se han realizado nuevas plantaciones de este árbol. Debido a ello, el Real Club de Golf Sotogrande ha solicitado permiso para realizar una entresaca de pinos y para talar varias palmeras. Además, se pretende renovar el césped de la zona de prácticas y los jardines de la casa club.
En las últimas horas, el alcalde sanroqueño, Juan Carlos Ruiz Boix, ha mantenido un encuentro con sus representantes, destacando que «estas actuaciones han devuelto al campo y al Club de Golf unos valores de excelencia y calidad, que vuelve a ser unos de los primeros campos, no sólo de España, sino también de Europa”. «Esta inversión que han llevado a cabo los socios va a provocar la llegada de un mayor número de visitantes, poder incrementar sus socios, y tener una mayor actividad”, ha añadido.
El primer edil está seguro de que las actuaciones que quedan pendientes van a ayudar a que “se mantenga y mejore la excelencia en la que siempre se ha movido el Real Club de Golf de Sotogrande, que junto con Valderrama son los emblemas del golf de San Roque, de España. Y que también están en las primeras posiciones de Europa”.
Se cimentó su proyecto en unos parámetros de calidad completamente inéditos en la España de esos momentos. La filosofía de diseño del campo consistía en hacer campos perfectamente integrados en el entorno natural, que fueran un gran reto para los mejores jugadores, pero asequibles y divertidos para todos.
Nada describe mejor el recorrido del RCG Sotogrande, un campo apasionante para jugadores de cualquier nivel que conserva toda la belleza natural de la finca en la que se construyó a solo 150 metros del Mar Mediterráneo.
El campo, par 72 de 6.492 metros, presenta tees largos, calles anchas, y greens elevados, sutilmente moldeados y rápidos que encierran la mayor dificultad del campo. Del centenar de bunkers que hay en el recorrido, 69 se encuentran alrededor de los greenes, lo que exige al jugador la máxima precisión a la hora de atacar las banderas. La variedad de los hoyos es otra de las características de Sotogrande, variedad no solo en formas y distancias, sino en vegetación: la mezcla de alcornoques, pinos, palmeras y otras especies, dotan al campo de una gran personalidad y belleza.
El Club formó parte de la Urbanización Sotogrande hasta 1979, año en el que los socios adquirieron el campo dando origen al que es considerado hoy en día como uno de los mejores Clubes de socios de toda Europa. En 1994, su Majestad el Rey Juan Carlos I concedió a Sotogrande el título de Real.