El diputado socialista, Salvador de la Encina, ha recibido una respuesta del Ministerio de Fomento, en la que queda claro que el Gobierno va a recortar la inversión necesaria en el tramo ferroviario Algeciras-Bobadilla de 1.178 millones a sólo 310, 9. Y no sólo eso, sino que, además, el Ejecutivo de Rajoy se ve obligado a devolver, por un lado, 800.000 euros por no haber sido ejecutados en los plazos establecidos por Europa y otros 158,3 más si no se consignan en los presupuestos otros 150 millones en el plazo 2014-2020, algo que implicaría contar con 250 millones para este mismo año.
De la Encina ha pedido al ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, una reunión urgente de los agentes socioeconómicos del Campo de Gibraltar, para que aclare esta situación porque, en la respuesta a su pregunta parlamentaria, Fomento asegura que «no existe documento o informe alguno que haga referencia a la información facilitada en su día a los agentes económicos de la comarca, que hablaba de una inversión necesaria de 1.178 millones”.
Según la respuesta parlamentaria del Ministerio de Fomento, los 310,9 millones de euros presupuestados sólo contemplan la mejora en las instalaciones de seguridad de tres tramos, la electrificación a 25 kV y la adecuación de apartaderos para la regulación de trenes de mercancías de longitud interoperable (750 metros), no diciendo nada sobre la doble vía entre Ronda y San Pablo de Buceite que debía contemplar una inversión de 700 millones de euros.
El diputado socialista considera fundamental la reactivación inmediata de las obras que – según afirma – llevan cinco años paradas y por ello le ha pedido al alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, “que encabece esta reivindicación”, que resulta prioritaria para el desarrollo del puerto de Algeciras y el polígono industrial del arco de la Bahía.
De la Encina ya ha trasladado el documento recibido a la presidenta de la Junta y ha manifestado que, aunque no quiere hacer una guerra de este asunto, sí le pide al alcalde de Algeciras, el popular José Ignacio Landaluce, que encabece esta reivindicación.