En su primera rueda de prensa diaria, el portavoz del presidente Donald Trump, Sean Spicer, ha precisado las líneas del nuevo Gobierno estadounidense en relación con China. «Creo que Estados Unidos va dejar en claro que protegeremos nuestros intereses allí», ha dicho el representante de la Casa Blanca. «Si esas islas están en aguas internacionales y no son parte de China, entonces sí vamos a asegurar que defenderemos territorios internacionales antes de ser tomados por un solo país», ha añadido.
China reclama casi un 90 % de dichas aguas en el océano Pacífico, en especial las islas Spratly, una zona cuya soberanía o parte de ella reclaman también Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunéi.
Pekín también acusa a Washington de tratar de dominar las aguas de dicho mar teniendo en cuenta la acumulación de sus fuerzas militares en la región. El domingo el diario People’s Daily, dirigido por el gobernante Partido Comunista de China, aseguró que Pekín nunca cambiará sus posturas ante la “provocación” de Washington.
El pasado diciembre, la anterior administración estadounidense anunció que estaba dispuesta a “enfrentarse a China” por lo que llama “reclamaciones marítimas excesivas” del gigante asiático en el mar del Sur de China.
En su discurso de investidura, Trump prometió poner económicamente a «Estados Unidos primero». Al respecto, Spicer ha dicho que, para el nuevo presidente norteamericano, el comercio con China debe ser «una calle de doble dirección», y ha transmitido las «muchas preocupaciones» del mandatario «sobre cómo somos tratados a la hora de entrar en el mercado chino».