El patrullero de altura Infanta Cristina, que actualmente se encuentra realizando misión de vigilancia marítima e integrado en la estructura operativa de las Fuerzas Armadas en el marco de las operaciones permanentes que éstas realizan, tiene previsto hacer escala en el puerto de Motril desde este martes y hasta el jueves.
Según ha informado el Ministerio de Defensa en una nota, durante su estancia, el patrullero de la Armada podrá ser visitado por el público que lo desee en horario de 16,00 a 17,30 horas el martes 24 de enero, y de 10,00 a 12,30 y de 16,00 a 17,30 el miércoles 25.
El patrullero de altura Infanta Cristina, con numeral de costado P-77, es el segundo buque de la clase Infanta Elena. Construido por la Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) en Cartagena, fue botado el 25 de abril de 1977 y entregado a la Armada el 24 de noviembre del año 1980.
Es el octavo buque en la historia de la Armada que lleva este nombre, y está al mando del capitán de corbeta Juan Carlos Prada Pardal con una dotación compuesta por un total de 90 personas.
La misión principal de este buque es la vigilancia marítima. Dentro de este campo, las misiones encomendadas pueden ser diversas, como la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de estupefacientes, la lucha contra la piratería, el control del tráfico marítimo, la protección del medio ambiente y la vigilancia de pesca.
A lo largo de su vida operativa, el patrullero ha participado en diferentes operaciones internacionales como la Guerra del Golfo (formando parte de la Fuerza Multinacional de Interceptación en el Mar Rojo durante el bloqueo naval impuesto por la ONU), el embargo a la antigua Yugoslavia y más recientemente en la Operación Active Endeavour de la OTAN para luchar contra el terrorismo en el Mediterráneo, la misión Unifil de la ONU en aguas del Líbano y en la Operación Atalanta que lucha contra la piratería en aguas de Somalia.
Nunca me gustó que los buques de la Armada llevasen nombres de la familia real y a raíz de los últimos acontecimientos conocidos, incluso me provoca rechazo. ¿Qué méritos hicieron? ¿Qué servicios prestaron a la Marina? Un país con nuestra historia merecería mejor reconocimiento. La pena es que algunas naves tienen una larga vida operativa por delante y cambiarles el nombre, sería más escandaloso que emotivo.