La ola de frío sigue haciendo estragos en el viejo continente, cobrándose la vida de más de una veintena de personas. Las bajas temperaturas y las nevadas afectan seriamente a países como Polonia, donde las inclemencias del tiempo causaron la muerte de diez personas. Por otra parte, en la frontera de Turquía con Bulgaria fallecieron dos migrantes iraquíes y un somalí, además de que el gélido clima cobró varias víctimas mortales en países vecinos como Italia, República Checa y Ucrania.
Además, decenas de vuelos tuvieron que ser cancelados ante las condiciones adversas en varios países europeos, entre ellos Turquía, donde también se cerró el tráfico marítimo tras una tupida nevada en el Bósforo (Estrecho de Estambul).
Asimismo, en Serbia el transporte fluvial se ha cancelado en todo el curso del caudaloso río Danubio.
En Rusia los niveles de frío alcanzaron 40 grados bajo cero en ciertas locaciones así como en Grecia, donde sorpresivamente los termómetros marcaron 15 grados bajo cero en la región norte del país. Allí, un migrante afgano murió la semana pasada de frío y las carreteras permanecen cerradas en varios puntos.
Por último, en Polonia las autoridades confirmaron la muerte el domingo de diez personas por bajas temperaturas, para un total de 65 fallecidos por frío desde el 1 de noviembre del pasado año.