El intrusismo en las ventas es un mal endémico que vienen padeciendo las agencias situadas dentro de las instalaciones portuarias de Algeciras y que han denunciado de manera reiterada, aunque no llega a solucionarse definitivamente, según reclaman.
El problema se genera cuando pasajeros que llegan a las inmediaciones de las Estación Marítima, principalmente en vehículos, se topan con personas que están situadas en puntos estratégicos y que utilizan discursos supuestamente falsos – como que las taquillas oficiales están cerradas por obras – para que los viajeros se vean en la obligación de salir a comprar sus billetes fuera, llevándose la consiguiente comisión por los gastos de gestión y emisión de los mismos, algo que está considerado legal si efectivamente se notifica en un documento, como así ocurre en la mayoría de los casos. Otra cosa es la cuestión moral, ya que se dan casos de comisiones muy cuantiosas, con suplementos que pueden variar desde los 25 a los 100 euros.
Las agencias situadas en el primer pasillo de ventas, junto al helipuerto, se quejan constantemente de estos episodios, trasladando sus protestas a la Autoridad Portuaria, que no cesa en su empeño de erradicar el problema. Para ello, adopta varias medidas preventivas. La principal es instar a su Policía a que intensifique los controles para que estas actuaciones no se den, pero buscan otras alternativas para esquivar este seguimiento y poder seguir haciendo sus ventas.
Del mismo modo, se mantienen los paneles informativos en los distintos accesos en los que se recuerda la conveniencia de comprar los billetes con seguridad, en puntos de venta oficiales. También en redes sociales son constantes los mensajes publicados desde el departamento de comunicación de la APBA para que se tenga en cuenta en todo momento estas recomendaciones.
Tras mantener varias reuniones, los representantes del colectivo afectado aseguran que no van a bajar los brazos en su búsqueda por encontrar una solución a un problema que les causa pérdidas importantes, sin descartar tomar medidas para que se conozca, más si cabe, el daño que vienen padeciendo en sus ventas.