Juan Jesús Ocaña abandona, de momento, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras para poner rumbo a Estados Unidos, donde le espera su esposa y una nueva vida.
El giro radical de ésta comienza cuando decide hacer el Camino de Santiago con su inseparable compañero Pedro y allí se topa con una joven americana, Eva, a la que conocería en días posteriores y con la que ya ha contraído matrimonio, allí y aquí.
Ahora, después de 15 años desempeñando distintas funciones dentro del Puerto de Algeciras, pone rumbo a una nueva aventura americana, recibendo durante este fin de semana el calor y arropo de un buen número de sus compañeros y amigos, que lo despiden con pena después de los imborrables momentos vividos, pero con el convencimiento de que Juan triunfará en América como lo ha hecho en su tierra.