Un elemento más que se une a la larga lista que manejan los conservacionistas sobre artículos y productos que azotan nuestros mares. En este caso se trata de algo que suele estar en la mayoría de los hogares, por la comodidad que suponen a la hora de la limpieza, y no tiene por qué ser usado sólo para los bebés.
Las toallitas higiénicas se han convertido en una seria amenaza para los fondos marinos. Recientemente, un grupo de voluntarios se lanzaron al aguas barcelonesas, sacando unos 50 kilos de basura, de los cuales una gran mayoría eran toallitas.
Al parecer y en contra de las recomendaciones de los propios fabricantes, la ciudadanía opta por quitarlas de en medio depositándolas en el vater, lo que deriva en su llegada final al mar o a los ríos, provocando un grave contratiempo, ya que, al estar compuesta por un material denso, apenas si es biodegradable.
La preocupación ya ha aparecido en algunos colectivos, creándose, incluso, una iniciativa internacional contra el mal uso de toallitas húmedas y que cuenta ya con cerca de 300 empresas y entidades adheridas en 17 países, 77 de las cuales en España.
Las incorporaciones más recientes son Canal de Isabel II, Emalcsa, Comaigua, Fundación Global Nature, Asociación Vertidos Cero, Asociación Española de Basuras Marinas, Asociación Ambiente Europeo y Surfrider Foundation Europe, según ha informado la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS), entidad promotora de esta iniciativa en España.