Continua el misterio que rodea la aparición, hace aproximadamente dos meses, de un ruido que emerge desde el fondo del mar en el Estrecho de Fury y Hecla, una remota región del Ártico que pertenece a Canadá.
Desde este tiempo, se viene observando lo que muchos consideran un pitido, otros un ruido y hay hasta quien asegura que se trata de un zumbido. En lo que casi todos coinciden es en que puede estar perjudicando a la flora autóctona. Para buscar el origen de la causa y tomar medidas para que desaparezca lo antes posible, se ha rastreado la zona con sensores y dispositivos especiales, pero no se logra determinar la causa de estas «anormalidades acústicas».
El área de donde proviene el sonido es un estrecho canal de agua en Nunavut, el territorio más grande y menos poblado de Canadá, ubicado al norte del país, al lado de Groenlandia. «Es una de las áreas de caza más grandes en invierno y verano, porque se trata de una zona de aguas abiertas rodeada de hielo, donde se encuentran mamíferos marítimos en abundancia», contó Paul Quassa, miembro de la asamblea legislativa de Nunavut, a la cadena de noticias canadiense CBC. «Y este verano casi no habían animales. Eso se convirtió en algo sospechoso», agregó Quassa.
La prensa local especula con la posibilidad de que el ruido parta de submarinos militares, por sondeos de empresas mineras, y hasta han culpado a Greenpeace, argumentando que la organización ambientalista está ahuyentando a la vida silvestre a propósito en temporada alta de caza.