Además, un equipo internacional liderado por el Laboratorio Astrofísico de Marsella ha determinado que este astro «se encuentra en la zona habitable de su estrella» y sus «dimensiones y propiedades» —su superficie posee agua en estado líquido y, por lo tanto, podría albergar formas de vida»— favorecen su «habitalidad».
Los investigadores también han determinado que el radio de ese planeta podría ser entre 0,94 y 1,40 veces el de la Tierra, que tiene 6.371 kilómetros. Este dato resulta básico, porque ofrece dos escenarios posibles.
Por un lado, si Próxima B tuviese un radio mínimo de 5.990 kilómetros, sería «muy denso» y su núcleo, formado por metales, representaría el 65 % del planeta, algo similiar a Mercurio.
Por otro, tuviera un radio máximo de 8.920 kilómetros, estaría compuesto por rocas y agua a partes iguales y eso contribuiría a que tuviera «un único océano líquido con 200 kilómetros de profundidad».
Este nuevo planeta descubierto en agosto a 4,2 años luz de nuestro Sistema Solar tiene una masa, al menos, 1,3 veces mayor que la de la Tierra y completa una órbita completa alrededor de su estrella en 11,2 días.
Fuente: Actualidad RT