Ser uno de los puntos de mayor trasiego marítimo del mundo conlleva esos riesgos. La Bahía de Algeciras recibió durante el pasado 2015 a más de 28.500 buques, muchos de los cuales llegan a la zona para hacer combustible. Sin embargo, en lo que va de año, oficialmente, sólo se han registrado cinco vertidos a sus aguas, cuatro de ellos de hidrocarburos y uno por pintura, aunque sus responsables tuvieron que pagar un alto peaje por el descuido.
“La administración marítima de Algeciras es muy rigurosa; de aquí no sale un buque hasta que el capitán no se presenta para dar sus datos y deposita el aval. Si no lo hace, el barco no vuelve a navegar”. Así de tajante se muestra Julio Berzosa, Capitán Marítimo de Algeciras.
Las cuantías de estas multas oscilan entre los 20.000 y los 115.000 euros.
Berzosa recuerda que “el puerto de Algeciras es de los principales del Mediterráneo en bunkering”, además de ser “el segundo estrecho más ocupado por buques, tras el Canal de la Mancha”, agrega. “Estamos en la Gran Vía del Mundo, muchos buques hacen combustible en el puerto y no tiene por qué ser una actuación peligrosa si se hace como se debe”, entiende.
Muestra del nivel extremo de rigurosidad y exigencia que se mantiene en los controles de seguridad y protección de estas aguas es que “a las gabarras que dan servicio en la zona se les exigen 25 puntos que no se suelen exigir en ninguna otra parte del mundo”, asegura el Capitán Marítimo, que, además, se deshace en elogios para las empresas que cubren estas necesidades en la zona, catalogándolas “como de las mejores de España”.