Como cada 4 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Animales, aunque sin perder de vista el lado más triste del festejo, que no es otro que la larga lista que obra en poder de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) en la que se incluyen miles de especies amenazadas por el peligro de extinguirse.
Lo más lamentable es que muchas de éstas, se ven al filo de la desaparición por culpa de la acción del hombre, con la construcción irresponsable, la tala de árboles o los vertidos contamintantes a los oceanos.
Entre los animales más acuciados por esta amenaza constante se encuentran algunos que tienen su hábitat en el mar, caso de la tortuga verde marina.
En una situación parecida se encuentra la vaquita de mar, cetáceo de peculiar nombre, una de las seis especies de marsopas que existen en el mundo. Su estado de conservación está categorizado como ‘en peligro crítico’ en la lista de la UICN. Su peligro de extinción es inminente ya que, a pesar de las labores para conservar esta especie, tan sólo quedan 97 en libertad. Su principal amenaza son las redes de enmalle, que causan la mayoría de sus muertes. Hay varios programas en marcha para la recuperación de la vaquita marina, como es el de Greenpeace, aunque la situación es tan extrema que resulta complejo que se pueda evitar su desaparición.