El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ha señalado que el cierre de la desembocadura del río Guadiaro en la playa de Sotogrande, en San Roque, se debe a la propia dinámica litoral, ya que se trata de un fenómeno de carácter absolutamente natural, esperado y recurrente, que se da en otros ríos como el Guadarranque, el Palmones, el Cachón y el Salado de Conil.
El criterio que siempre se ha seguido desde la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar es que estos fenómenos son absolutamente naturales, “por lo que actuar sobre ellos es una alteración artificial”, según De Torre quien considera que “no se trata de un problema costero en sí, sino de un problema de carácter medioambiental, que competería más a la Junta de Andalucía que recibió en 2011 un paquete importante de competencias en materia costera, entre ellas la ejecución de obras”.
Según De Torre, “estos ríos atlánticos sufren estiajes importantes, incluso de varios meses, como está sucediendo este año”.
El representante del gobierno insiste en que el estado natural de la playa es una línea de costa continua, que es rota mientras existe caudal en los ríos. Cuando éste desaparece, la playa recupera su línea normal, como si no hubiera río. Por tanto, no es necesario ningún estudio porque es algo que ya se sabe que va a suceder y, sobre todo, es un fenómeno natural.