Hace ya tiempo que tuve ocasión de mantener una buena conversación con él, la última de pocas, menos de las que me habría gustado. En aquella ocasión nos encontrábamos lejos de Algeciras, de trabajo si, pero separados del dia a dia del puerto por todo un Mar Mediterraneo, aunque como siempre irremisiblemente atados a él por las tecnologías. Tuvimos un buen rato para comentar su nuevo reto al frente del Departamento de Operaciones de la sede en Algeciras de una de las consignatarias mas importantes de nuestro pais. Tenia esa fortaleza sencilla y natural en los que saben que no se guardan nada, que trabajan con honradez , que no tienen nada que ocultar ni de lo que avergonzarse, que se dejan el pellejo en lo que hacen porque sí, porque no entienden la vida de otra forma, y que cuando te haces mayor se vuelve chuleria de la sana. Un tio con el que medirse sería tan facil como difícil… fácil por el respeto que me infundia… difícil por las buenas maneras que tenia. Demonios, me pareció invencible. E invicto se fué, porque no lo batió un alguien, sino un algo.
Dirigirse en la vida con rectitud no es fácil. Yo lo intento, pero casi nunca lo consigo… o al menos me reconozco no haciéndolo demasiadas veces para mi gusto. Siempre he tratado de verme reflejado en modelos, mis heroes , el primero de ellos mi padre, pero en otros tantos, muchos tambien por su influencia. Creo que quizas por eso algunos de vosotros me habeis tachado a veces de anticuado, porque heredo tradiciones y valores de otras epocas, trasmitidos de mostacho en mostacho… oidos siendo niño mientras sacaba brillo a botas y correajes, bebidos de mil lecturas…
Uno de mis heroes favoritos es, como no, el soldado de Infanteria Español de los Tercios de Flandes. Un tipo mal vestido, mal comido, mal pagado, olvidado) por su Rey y por su Patria… pero capaz de darlo todo tanto por el Uno como por la Otra por simple compromiso, por convicción, por sus hermanos de armas, por su honor… porque Si. Temido y admirado en toda Europa… mucho mas lejos de su casa.
Calderón de la Barca fué infante en aquellos tercios, se alistó por patriotismo a los 40 años (pero 40 de los de 1640…no de los de ahora, joder que huevos). En su poema » El Aprendiz de Soldado», describe y alaba muchos de estos valores que trato de honrar (y por eso lo tengo colgado en una pared de mi puesto de trabajo) , aunque como ya he dicho no siempre con éxito. Se trata precisamente de lo que un veterano de uno de estos Tercios le dice a un niño que quiere empezar la carrera de las armas…
Yo creo que lo que ahí se dice es como debería de ser. Me gustaría que hablara mucho mas de mi… me gustaría que hablara mucho mas de nosotros… no se si lo hace, pero desde luego, creo que habla muchísimo de ÉL.
Me he tomado la libertad no sólo de copiar a Calderón a continuación, sino de cambiar unas pocas palabras para amoldar su vocación por la milicia a la nuestra, la portuaria.
Oye…. y sabrás donde estas
Este puerto que ves
vago al hielo y al calor,
la república mejor
y más política es
del mundo, en que nadie espere
que ser preferido pueda
por la nobleza que hereda,
sino por la que el adquiere;
porque aquí a la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo nace
se mira como procede.
Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un portuario
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido;
porque aquí a lo que sospecho
no adorna el vestido el pecho
que el pecho adorna al vestido.
Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás
tratando de ser lo más
y de aparentar lo menos.
Aquí la más principal
hazaña es servir,
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la firmeza, la lealtad,
el honor, la bizarría,
el crédito, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia,
fama, honor y vida son
caudal de pobres portuarios;
que en buena o mala fortuna
la portuaria no es más que una
religión de hombres honrados.
En memoria de Tony Adamberry.
José Manuel Tejedor
Presidente de Comport y Delegado de Pérez y Cía.