Investigadores de las universidades de Bristol y Oxford, trabajando en el buque de investigación James Cook en medio del Atlántico y el suroeste del Índico, han encontrado evidencia de microperlas plásticas dentro de criaturas a profundidades de entre 300 y 1800 metros.
Estos microplásticos pueden entrar en el mar a través del lavado de la ropa hecha de tejidos sintéticos o de las redes de pesca, se ha demostrado que han sido ingeridos por los animales a tal profundidad. Los resultados se publican en la revista Scientific Reports.
Laura Robinson, profesor de geoquímica en la Facultad de Ciencias de la Tierra de Bristol, dijo: «Este resultado me sorprendió y es un verdadero recordatorio de que la contaminación plástica ha alcanzado realmente los extremos más remotos de la Tierra.»
Los microplásticos se definen generalmente como partículas menores de 5 milímetros de longitud e incluyen las microfibras analizados en este estudio y las microperlas utilizadas en los cosméticos.
Entre los plásticos encontrados dentro de los animales de aguas profundas en esta investigación se incluyeron restos de poliéster, nylon y acrílico.